Esta receta surgió de un gran brick de nata vegana que me dio una marca para probarla, y las ganas de bizcocho que tenía mi compañero… Resultado, un bizcocho esponjoso y jugoso. Para comer una porción con tu infusión favorita, un día de invierno.
Ingredientes:
- 400 gr de harina blanca de espelta
- 400 gr de nata vegetal de avena o soja
- 100 gr de aceite de buena calidad
- 200 gr de sirope de arroz o agave
- 15 gr de polvo de hornear para repostería orgánica sin aluminio
- 1 cucharda pequeña de bicarbonato sódico
- 1 cucharada sopera de zumo de limón.
- Una pizca de sal
Elaboración:
- Precalentar el horno a 180ºc.
- Juntamos en un bol todos los ingredientes húmedos (nata, aceite endulzante y zumo de limón) y los mezclamos bien con una cuchara de madera o unas varillas
- Por otro lado, juntamos los ingredientes secos (harina, levadura, sal y bicarbonato) los tamizamos juntos por un colador grande para quitar los grumos y mezclar bien.
- Luego añadimos la parte seca en la húmeda poco a poco con movimientos envolventes, hasta haber conseguido una mezcla homogénea.
- Pintar bien con aceite, un molde de horno para bizcochos. Yo use uno con forma de roscón, pero sirve otro cualquiera.
- Metemos el molde en el horno precalentado, y hornearemos durante 35-40 minutos.
- Una vez pasado el tiempo, apagamos el horno y entreabrimos la puerta y lo dejamos 10 minutos más.
- Sacamos del horno, y esperar a que se quede tibio antes de desmoldarlo, luego ponerlo en una rejilla para terminar de enfriarlo.
Lo podéis decorar como más os guste, yo use un sirope de chocolate y frutos rojos. ¡Buen provecho!

