¡Las crepes siempre nos encantan, a mí al menos cuando veo algún tipo de tortita empezó a salivar! Es lo que tienen las harinas que son un poco adictivas, por eso los hago solo en ocasiones.
Puedes ponerlos en un desayuno, en un brunch, para merendar, cenar o en un picnic! Estos crepes son ideales para todo el mundo, porque no llevan gluten, y si no te emocionan las espinacas o el color verde, los puedes hacer con remolachas cocidas o crudas, que te darán un color purpura precioso, o con calabaza o zanahorias cocinas.
Los puedes rellenar de lo que quieras, yo en esta ocasión les puse un queso vegano de untar, un salteado de verduras con nueces y pate de remolacha. ¡Son una delicia!
Ingredientes:
- ½ taza harina de garbanzo
- ½ taza harina de arroz integral
- ½ taza arrowroot u otro almidón
- ½ cp sal
- 1 cs de zumo de limón
- 1+½ taza agua – Aceite de oliva para hacer las crepes
- Un puñado de espinacas (si queremos que queden verdes)
Elaboración:
- En un bol mezclar la harina de garbanzo, la harina de arroz integral, el arrowroot o el almidón elegido y la sal.
- Añadir agua poco a poco hasta obtener una consistencia cremosa y sin grumos.
- Pincelar con aceite una sartén antiadherente (sin radón, teflón y otros materiales tóxicos) y calentarla.
- Verter un cazo de la mezcla anterior y extender muy bien alrededor de toda la sartén.
- Cuando el crepe esté dorado por abajo, darle la vuelta y cocinar durante 2 minutos por el otro lado. Poner el crepe en un plato tapado con un paño de cocina.
- Repetir el proceso hasta acabar con la mezcla y ya los tienes listos para rellenarlos de lo que quieras!
On egin!

